Frecuentemente se aborda la vasectomía masculina como un proceso definitivo: se les recomienda a los pacientes que se muestren seguros de no querer más hijos, puesto que los conductos seminales tienen un grosor milimétrico, por lo que la sección de los conductos es un método anticonceptivo que debe ser tomado con seriedad.
Sin embargo, debido a que las condiciones sociales del hombre pueden cambiar (frecuentemente debido a segundas nupcias) la reversión de este proceso (vasovasostomía) puede ser realizada con éxito bajo determinadas circunstancias, ante el deseo de recuperar la capacidad de procrear.
Después de un periodo de dos o tres meses tras la reintervención, puede esperarse la recuperación de la presencia de espermatozoides en el semen eyaculado en el 80 ó 90 por 100 de los casos. Sin embargo, las cifras de fertilidad que se manejaban oscilaban entre el 30 y el 40 por 100 de gestaciones conseguidas.
Para las parejas con deseos de tener hijos después de una Vasectomía es necesario sugerirles otras opciones, como podría ser la Fertilización In Vitro.
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